Cada vez son más las personas que tienen la piel sensible. Pero ¿cómo podemos aliviar una piel irritada? En este artículo te lo explicamos.
Y recuerda, el próximo día 16 en nuestra Jornada de puertas abiertas, podrás probar las cremas que te ayudarán a tu piel sensible desarolladas por una química experta en estética. No te pierdas nuestras Jornadas y pide tu cita ya!
En el cuidado de la piel van y vienen las tendencias, pero esas cremas, bálsamos y lociones a las que recurrimos año tras año son los verdaderos indicadores que trazan el mapa de nuestras necesidades cosméticas más comunes.
Lo que nos dicen hoy es que nuestra piel no está pasando por su mejor momento.
¿Qué definimos como piel sensible?
Por ello, es crucial identificar qué nos provoca exactamente esta sensibilidad en la piel para poder tratarla después, tal y como confirma la Dra. Stefanie Williams, dermatóloga y fundadora de la clínica londinense Eudelo. «La piel sensible no es un solo problema en sí, ya que puede provenir de diferentes causas subyacentes que requieren enfoques terapéuticos muy distintos», dice. » Lo mejor siempre es acudir a un dermatólogo, estético si es posible, para que emita un diagnóstico adecuado”.
¿Qué factores contribuyen a tener la piel sensible?
El Dr. Bunting apunta a nuestras rutinas de cuidado de la piel–cada vez más complejas y en más pasos– como principal culpable del desequilibrio cutáneo. «Muchas mujeres se quejan de que tienen el armario lleno de cremas que han usado solo una vez. O bien, les da tanto miedo cambiar su rutina que llevan con el mismo régimen de cuidados desde hace diez años, a pesar de que su piel puede haber cambiado de aspecto y necesidades”, explica. «Es importante recordar que el cuidado de la piel no es una ciencia exacta y que cada persona es un mundo. Lo que le funciona a tu amiga no tiene por qué coincidir en absoluto con lo que te funciona a ti ”.
El Dr. Howard Murad, dermatólogo colegiado y fundador de la marca de cuidados para la piel Murad, añade que las agresiones ambientales que afrontamos en nuestro día a día agravan aún más el problema. «El estilo de vida actual expone todos los días nuestra piel a agentes agresores, desde l as emisiones de los automóviles el humo o la contaminación hasta los radicales libres, la exposición al sol, incluso los dispositivos electrónicos como nuestros móviles», advierte. «Lo fácil es que enseguida suframos molestias propias de la piel sensible, como inflamación o irritación, debido al estrés, los medicamentos, el ambiente, las hormonas y la sobreestimulación de la piel, algo que puede ir a peor si aplicamos un cuidado inadecuado”.
Conocer la fuente de la sensibilidad marca, obviamente, la diferencia. La Dra. Williams aporta al respecto que si bien algunos problemas cutáneos tipo rosácea pueden ser provocados por un cuidado de la piel excesivo, en el caso de una piel sensible más atópica (como el eccema) estas mismas cremas ricas en lípidos pueden causar mejoría. Del mismo modo, un clima cálido puede exacerbar lo primero, mientras que la irradiación solar beneficia a los que sufren lo segundo. Y es que a factores desencadenantes diferentes, también deberíamos diferenciar los tratamientos.
Ven el día 16 de octubre a nuestra jornada de Puertas Abiertas y descubre cómo tratar tu piel sensible.
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